El nearshoring, el proyecto de la Laguna de Cuyutlán y el ferropuerto permitirán al puerto de Manzanillo atraer más inversión, pero también posicionar al país como una plataforma continental, buscando ser el segundo puerto más importante en América latina.
Con el despacho de 3.3 millones de contenedores al año, Manzanillo es en la actualidad el cuarto puerto marítimo más importante de América Latina y apuesta a ocupar el segundo puesto, sólo después del Puerto Libre de Colón en Panamá; con el despacho de más de cuatro millones de contenedores, es la puerta de ingreso más importante para la mercancía que llega de Asia.
Sin embargo, es necesaria la corresponsabilidad de gobierno y empresas privadas para que el puerto de Manzanillo sea más eficiente y competitivo, sobre todo ahora que se espera una “oleada de contenedores” provenientes de China, tras la reapertura del puerto de Shanghái que había permanecido inactivo por la pandemia.
¿Qué es nearshoring?
El nearshoring es la estrategia de externalización por la que una empresa transfiere parte de su producción a terceros que, a pesar de ubicarse en otros países, están localizados en destinos cercanos y con una zona horaria semejante.
Esta práctica surge como respuesta al offshoring, que con el objetivo de reducir los costos busca proveedores en otros destinos, por lo general, en Asia.
No cabe duda de que las largas distancias y la diferencia de horario entre los continentes muchas veces perjudica la cadena de suministros; con el nearshoring se espera acercar los centros de producción tercerizada y solucionar estos inconvenientes.
Hablemos sobre el proyecto de la Laguna de Cuyutlán
Con la intención de aumentar la capacidad operativa, se propuso construir muelles y patios, adquirir grúas de muelle, pórticos neumáticos y otros equipos para el puerto de Manzanillo. La intención es aumentar en 300,000 contenedores, con lo cual su capacidad operativa pasará de 1.4 a 1.7 millones de TEU al año en la terminal ya saturada antes de la pandemia.
Este proyecto es importante para el puerto, ya que se tiene una capacidad de mil 400 hectáreas contra las 437 hectáreas que tiene actualmente. Además, dicha obra permitirá que esta infraestructura portuaria cuente con un calado de 18 metros de profundidad, con ello se podrá recibir a barcos con una capacidad de 18 mil o 20 mil TEU.
El Ferropuerto
Proyecto con el que se contará con un stock de vagones y será el primer puerto del país en contar con este tipo de servicios.
Con todo lo anterior, se espera tener una mayor atracción en la inversión, mejora en la infraestructura, incremento en el flujo de mercancías, creación de clústeres, mayor especialización y un aumento en la producción hecho en México para América.
Aunado a esto, para hacer más eficiente el puerto de Manzanillo en necesaria la colaboración tanto del gobierno federal como de las empresas privadas que realizan operaciones ahí, tales como los importadores y exportadores, transportistas, agentes aduanales y líneas navieras.
"Siempre un Sí a todas tus operaciones logísticas... bueno, casi a todas"
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